miércoles, 18 de agosto de 2010

Vanda Feanáró Nosseo




Nai kotumo ar nilmo, kalima Va la
thauza ar poika, Moringothonna,
Elda ar Maiya ar Apanóna,
Endóresse Atan sin únóna,
ilar thanye, ilar melme, ilar malkazon samme,
osta ilar harwe, lau Ambar tana,
só-thauruvá Feanárollo, ar Feanáró nossello,
iman askalyá ar charyá, ar mi kambe mapá,
herá hirala ar haiya hatá
Silmarille. Sí vandalme ilyai:
unqualé son antévalme mennai Aure-mettá,
qualme tenn'Ambar-mettá! Oiyámórenna
mé-quetamartya íre queluvá tyardalma.
Ainorontesse tirtasse lasta
ar ilma-vandá enyalaz, Varda Manwe!

La versión traducida al quenya se debe al canadiense Milan Rezac, realizada en abril de 1994 en la lista de correo Tolklang, dedicada al estudio de las lenguas inventadas por J.R.R. Tolkien.

domingo, 14 de febrero de 2010

también la noche será bienaventurada y hermosa


"Y esa misma noche, víspera del Día de Pleno Verano, cuando el cielo era azul como el zafiro y las estrellas blancas aparecían en el este, y el oeste era todavía dorado, y el aire fragante y fresco, los jinetes llegaron por el camino del norte a las Puertas de Minas Tirith.
A la cabeza cabalgaban Elrohir y Elladan con un estandarte de plata; los seguían Glorfindel y Erestor y la gente de la casa de Rivendel, y detrás de ellos venían la Dama Galadriel y Celeborn, Señor de Lothlórien, montados en corceles blancos, con mantos grises, y gemas blancas en los cabellos; y por último el Señor Elrond, poderoso entre los elfos y los hombres, llevando el cetro de Annúminas,
y junto a él, montada en un palafrén gris, cabalgaba la hija de Elrond, Arwen, Estrella de la Tarde de su pueblo.

Y Frodo al verla llegar resplandeciente a la luz del atardecer, con las estrellas en la frente y envuelta en una dulce fragancia, quedó maravillado, y le dijo a Gandalf:

—¡Al fin comprendo por qué hemos esperado! Esto es el fin. Ahora no sólo el día será bienamado, también la noche será bienaventurada y hermosa, y desaparecerán todos los temores."

El Retorno del Rey